Nuestro perro, Couc(en realidad en el comienzo era sólo de Dani), me ha enseñado infinidad de cosas que me dejan pensando en cómo las puedo aplicar a mi vida. Hoy quiero hablar sobre una en específico.

Nuestra relación es en doble vía y él me exige que así sea. Couc me da alegría, compañía y paz a cambio de tiempo de calidad en el parque jugando con la pelota o dando un paseo lo suficientemente largo como para que quede satisfecho.

El problema empieza cuando yo doy por sentado que él me va a esperar para salir mientras termino cosas del trabajo, del hogar o simplemente mientras se me da la gana de salir. Es un problema porque muchas veces me hago el loco para esperar a que empiece a llorar y ahí sí sacarlo. Claramente cuando llora se pone un poco intenso y me obliga a pararme y sacarlo.

Pero, ¿por qué esperar hasta que llore? ¿por qué si el me da su amor y su compañía sin condiciones, yo tengo que esperar a que me desespere para yo poder cumplir con mi parte hacia él?. Es una lección una nota, porque aunque todavía llora, estoy (estamos) procurando de cumplirle con nuestra parte y sacarlo a tiempo para mantenerlo feliz y tranquilo sin necesidad de que llore. Esto se puede aplicar a todos los aspectos de la vida.

¿Por qué esperar a que mi pareja se aburra para ponerme las pilas? ¿Por qué esperar a ver mi salud y mi físico afectados para ponerme las pilas con el ejercicio? ¿Por qué esperar a que la familia y los amigos que amo ya no estén para poder decir cuánto los quise?

Hay muuuuchas preguntas de ese estilo que se pueden hacer.

Se trata de amar y tener relaciones sin condiciones, sin esperar a que algo pase del otro extremo para actuar.

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